Je suis Charlie – basta de hipocresia

Ya han pasado varios días desde el asesinato de varios de los dibujantes y trabajadores de la publicación satírica Charlie Hebdo. Empieza a alejarse en el tiempo la imagen de ese policía rematado en el suelo o la de los yihadistas atrincherados en una imprenta o la de su compinche apresando y asesinando a varios rehenes en una tienda de comida judía.

Se apaga el eco de los disparos que acabaron con sus vidas y se enciende el ruidoso oportunismo hipócrita de los otros enemigos de la libertad: esos «lideres» que encabezaban la manifestación de París.

Lo correcto pasa por condenar el brutal ataque. Sin duda.

Lo políticamente correcto, al parecer, también es apelar a la unidad de los franceses, de los occidentales y aliados;

Lo políticamente correcto pasa por no cuestionar el pensamiento único que fijan esos «lideres»… Se anuncian medidas de control para combatir este terrorismo. Control de fronteras, espionaje de nuestras comunicaciones, todo para evitar que vuelva a ocurrir algo parecido.

Lo políticamente correcto es aceptar sin protestar este recorte de libertades porque así evitaremos nuevos ataques… actuar como súbditos confiando sin rechistar en que medidas como más control sobre las redes sociales o la creación de listados de pasajeros sospechosos es lo que hace falta.

Pues seamos incorrectos.

Esas medidas no van a servir para nada. Parches que no van a evitar nuevos ataques, porque el problema no es que haya 3 locos que hagan esto, el problema es que hay miles de ellos que están dispuestos a repetirlo y la causa no es únicamente que son unos fanáticos que están chalados (que lo están)… aunque lo cómodo es creerse este cuento de «ellos son los malos y nosotros somos los buenos». Y mezclarlo con la religión y tal y tal…

El origen de todo hay que buscarlo en los intereses estratégicos de Occidente en África y Oriente Medio, con los USA a la cabeza y sus aliados europeos a la zaga. Petroleo, gas, uranio, control de las rutas marítimas… Como si de una partida de ajedrez se tratase, los intereses de los Reyes causan enormes daños colaterales a miles de kilómetros de nuestras fronteras. La caída de los peones en aquella parte del tablero no abren nuestro telediario.

Un ejemplo concreto:

• Invasión de Irak (2003) y posterior ocupación por parte de una coalición encabezada por los USA (hasta 2009). El objetivo de esta invasión era «supuestamente» acabar con un régimen (el de Sadam Hussein) que segun nos contaban disponía de armas de destrucción masiva… No las encontraron… O les venía mejor no encontrarlas porque de haberlo hecho, serían aquellas que los propios USA vendieron a Irak en los 80 para que las utilizasen durante la guerra contra Irán o contra los kurdos iraquies. Mas info aqui.
• Hoy en día Irak es un estado fallido, dividido, donde los locos del ISIS – Al Qaeda controlan amplias áreas del país, gracias en parte al apoyo que recibieron de los USA para luchar 1º contra Gadafi en Libia y después contra Al Assad en Siria. Esos «rebeldes-moderados» a los que «los nuestros» financiaron y entrenaron, fueron los que se cargaron a Gadaffi en plena calle al grito de «Alá Akbar». Esos moderados son los mismos que atentaron en las Torres Gemelas de NY o en los trenes de Madrid o en Paris la semana pasada. Esos moderados ahora son los locos: el gran enemigo… HIPOCRESÍA
• Según datos del propio Departamento de Defensa USA revelados por wikileaks, durante la ocupación de Irak entre 2003 y 2009 se contabilizan 109.032 muertos de los cuales el 63% eran civiles. CIENTO NUEVE MIL PERSONAS… peones.

Parecida situación se está viviendo en Afganistán o en Libia o en Siria… ¿a alguien le puede extrañar que en esas zonas bombardeadas una y otra vez, haya crecido el odio hacia lo que occidente representa?

«Los nuestros» han creado una bestia y se les ha ido de las manos. ¿Qué esperaban? Ahora nos convencen de que toca redoblar los controles dentro de nuestras fronteras y multiplicar los efectivos militares en las zonas en conflicto, invertir miles y miles de $ y € en más armas y más aviones y drones y sistemas de espionaje…

la industria de la guerra aplaudiendo a rabiar

mientras los peones siguen cayendo

 

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